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Biblia de Jerusalén (1976)
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14
|Daniel 5:14|
He oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses y que hay en ti luz, inteligencia y sabiduría extraordinarias.
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15
|Daniel 5:15|
Han sido introducidos ahora en mi presencia los sabios y adivinos para que leyeran este escrito y me declararan su interpretación, pero han sido incapaces de descubrir su sentido.
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16
|Daniel 5:16|
He oído decir que tú puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si, pues, logras leer este escrito y declararme su interpretación, serás vestido de púrpura, llevarás al cuello un collar de oro, y mandarás como tercero en el reino.»
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17
|Daniel 5:17|
Daniel tomó la palabra y dijo delante del rey: «Quédate con tus regalos y da tus obsequios a otro, que yo leeré igualmente al rey este escrito y le daré a conocer su interpretación.
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18
|Daniel 5:18|
Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor reino, grandeza, gloria y majestad.
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19
|Daniel 5:19|
Y por esta grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo en su presencia: mataba él a quien quería, dejaba vivir a quien quería, exaltaba a quien quería y a quien quería humillaba.
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20
|Daniel 5:20|
Pero habiéndose engreído su corazón y obstinado su espíritu hasta la arrogancia, fue depuesto de su trono real, y se le quitó su gloria.
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21
|Daniel 5:21|
Fue expulsado de entre los hombres y su corazón se hizo semejante al de las bestias; estuvo conviviendo con los onagros; se alimentó de hierba como los bueyes, y su cuerpo fue bañado del rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo domina sobre el reino de los hombres y pone en él a quien le place.
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22
|Daniel 5:22|
Pero tú, Baltasar, hijo suyo, no has humillado tu corazón, a pesar de que sabías todo esto;
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23
|Daniel 5:23|
te has engreído contra el Señor del Cielo, se han traído a tu presencia los vasos de su Casa, y tú, tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas, habéis bebido vino en ellos. Habéis celebrado a los dioses de plata y oro, de bronce y hierro, de madera y piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu propio aliento y de quien dependen todos tus caminos.
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Sugerencias
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