-
-
Biblia de Jerusalén (1976)
-
-
11
|Jueces 7:11|
y escucha lo que dicen. Se fortalecerá tu mano con ello y luego bajarás a atacar al campamento. Bajó, pues, con su criado Purá hasta la extremidad de las avanzadillas del campamento.
-
12
|Jueces 7:12|
Madián, Amalec y todos los hijos de Oriente habían caído sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables como la arena de la orilla del mar.
-
13
|Jueces 7:13|
Se acercó Gedeón y he aquí que un hombre contaba un sueño a su vecino; decía: «He tenido un sueño: una hogaza de pan de cebada rodaba por el campamento de Madián, llegó hasta la tienda, chocó contra ella y la volcó lo de arriba abajo.»
-
14
|Jueces 7:14|
Su vecino le respondió: «Esto no puede significar más que la espada de Gedeón, hijo de Joás, el israelita. Dios ha entregado en sus manos a Madián y a todo el campamento.»
-
15
|Jueces 7:15|
Cuando Gedeón oyó la narración del sueño y su explicación, se postró, volvió al campamento de Israel y dijo: « ¡Levantaos! porque Yahveh ha puesto en vuestras manos el campamento de Madián.»
-
16
|Jueces 7:16|
Gedeón dividió a los trescientos hombres en tres cuerpos. Les dio a todos cuernos y cántaros vacíos, con antorchas dentro de los cántaros.
-
17
|Jueces 7:17|
Les dijo: «Miradme a mí y haced lo mismo. Cuando llegue yo al extremo del campamento, lo que yo haga lo haréis vosotros.
-
18
|Jueces 7:18|
Yo y todos mis compañeros tocaremos los cuernos; vosotros también tocaréis los cuernos alrededor del campamento y gritaréis: ¡Por Yahveh y por Gedeón!»
-
19
|Jueces 7:19|
Gedeón y los cien hombres que le acompañaban llegaron al extremo del campamento al comienzo de la guardia de la medianoche, cuando acababan de hacer el relevo de los centinelas; tocaron los cuernos y rompieron los cántaros que llevaban en la mano.
-
20
|Jueces 7:20|
Entonces los tres cuerpos del ejército tocaron los cuernos, y rompieron los cántaros; en la izquierda tenían las antorchas y en la derecha los cuernos para tocarlos; gritaban: «Espada por Yahveh y por Gedeón!»
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer Josué 5-8