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Biblia de Jerusalén (1976)
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11
|Lucas 5:11|
Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
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12
|Lucas 5:12|
Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»
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13
|Lucas 5:13|
El extendió la mano, le tocó, y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante le desapareció la lepra.
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14
|Lucas 5:14|
Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.»
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15
|Lucas 5:15|
Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades.
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16
|Lucas 5:16|
Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.
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17
|Lucas 5:17|
Un día que estaba enseñando, había sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones.
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18
|Lucas 5:18|
En esto, unos hombres trajeron en una camilla a un paralítico y trataban de introducirle, para ponerle delante de él.
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19
|Lucas 5:19|
Pero no encontrando por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla a través de las tejas, y le pusieron en medio, delante de Jesús.
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20
|Lucas 5:20|
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados.»
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Sugerencias
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