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Biblia de Jerusalén (1976)
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19
|Lucas 8:19|
Se presentaron donde él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente.
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20
|Lucas 8:20|
Le anunciaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.»
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21
|Lucas 8:21|
Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.»
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22
|Lucas 8:22|
Sucedió que cierto día subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: «Pasemos a la otra orilla del lago.» Y se hicieron a la mar.
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23
|Lucas 8:23|
Mientras ellos navegaban, se durmió. Se abatió sobre el lago una borrasca; se inundaba la barca y estaban en peligro.
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24
|Lucas 8:24|
Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!» El, habiéndose despertado, increpó al viento y al oleaje, que amainaron, y sobrevino la bonanza.
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25
|Lucas 8:25|
Entonces les dijo: «¿Dónde está vuestra fe?» Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados: «Pues ¿quién es éste, que impera a los vientos y al agua, y le obedecen?»
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26
|Lucas 8:26|
Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea.
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27
|Lucas 8:27|
Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa, sino en los sepulcros.
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28
|Lucas 8:28|
Al ver a Jesús, cayó ante él, gritando con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.»
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Sugerencias
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