- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									31
									 
									 
									|Marcos 14:31|
									Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Lo mismo decían también todos.									
     
 - 
									
									32
									 
									 
									|Marcos 14:32|
									Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración.»									
     
 - 
									
									33
									 
									 
									|Marcos 14:33|
									Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia.									
     
 - 
									
									34
									 
									 
									|Marcos 14:34|
									Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad.»									
     
 - 
									
									35
									 
									 
									|Marcos 14:35|
									Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora.									
     
 - 
									
									36
									 
									 
									|Marcos 14:36|
									Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.»									
     
 - 
									
									37
									 
									 
									|Marcos 14:37|
									Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar?									
     
 - 
									
									38
									 
									 
									|Marcos 14:38|
									Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.»									
     
 - 
									
									39
									 
									 
									|Marcos 14:39|
									Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras.									
     
 - 
									
									40
									 
									 
									|Marcos 14:40|
									Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8