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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Marcos 9:31|
porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.»
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|Marcos 9:32|
Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
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|Marcos 9:33|
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutíais por el camino?»
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|Marcos 9:34|
Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
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|Marcos 9:35|
Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.»
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|Marcos 9:36|
Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo:
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|Marcos 9:37|
«El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»
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|Marcos 9:38|
Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.»
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|Marcos 9:39|
Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
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|Marcos 9:40|
Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.»
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Sugerencias
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