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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Malaquías 1:1|
									Oráculo. Palabra de Yahveh a Israel por ministerio de Malaquías.									
     
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									2
									 
									 
									|Malaquías 1:2|
									Os he amado, dice Yahveh. Y vosotros decís: ¿En qué nos has amado? - ¿No era acaso Esaú el hermano de Jacob?, oráculo de Yahveh. Sin embargo yo amé a Jacob,									
     
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									3
									 
									 
									|Malaquías 1:3|
									y a Esaú le odié. Entregué sus montes a la desolación y su heredad a los chacales del desierto.									
     
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									4
									 
									 
									|Malaquías 1:4|
									Si dice Edom: «Hemos sido aplastados, pero volveremos a edificar nuestras ruinas», así dice Yahveh Sebaot: Ellos edificarán, mas yo demoleré, y se les llamará: «Territorio de impiedad», y «Pueblo contra el que Yahveh está irritado para siempre».									
     
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									5
									 
									 
									|Malaquías 1:5|
									Vuestros ojos lo verán y vosotros diréis: «¡Grande es Yahveh más allá del término de Israel!»									
     
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									6
									 
									 
									|Malaquías 1:6|
									El hijo honra a su padre, el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honra? Y si señor, ¿dónde mi temor?, dice Yahveh Sebaot a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi Nombre. - Decís: ¿En qué hemos menospreciado tu Nombre? -									
     
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									7
									 
									 
									|Malaquías 1:7|
									Presentando en mi altar pan impuro. - Y decís ahora: ¿En qué te hemos manchado? - Pensando que la mesa de Yahveh es despreciable.									
     
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									8
									 
									 
									|Malaquías 1:8|
									Y cuando presentáis para el sacrificio una res ciega, ¿no está mal? Y cuando presentáis una coja o enferma, ¿no está mal? Anda, ofrécesela a tu gobernador: ¿se te pondrá contento o te acogerá con agrado?, dice Yahveh Sebaot.									
     
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									9
									 
									 
									|Malaquías 1:9|
									Ahora, pues, ablandad el rostro de Dios para que tenga compasión de nosotros. De vuestras manos viene esto, ¿acaso os acogerá benignamente?, dice Yahveh Sebaot.									
     
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									10
									 
									 
									|Malaquías 1:10|
									¡Oh, quién de vosotros cerrará las puertas para que no encendáis mi altar en vano! No tengo ninguna complacencia en vosotros, dice Yahveh Sebaot, y no me es grata la oblación de vuestras manos.									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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