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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Nehemías 13:1|
									En aquel tiempo se leyó a oídos del pueblo en el libro de Moisés, y se encontró escrito en él: = «El ammonita y el moabita no entrarán jamás en la asamblea de = Dios,									
     
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									2
									 
									 
									|Nehemías 13:2|
									= porque no recibieron = a los israelitas = con pan y agua. Tomaron a sueldo = contra ellos a = Balaam, para maldecirles, pero nuestro = Dios = cambió la maldición en bendición.» =									
     
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									3
									 
									 
									|Nehemías 13:3|
									Así que, en oyendo la Ley, se excluyó de Israel a todo extranjero.									
     
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									4
									 
									 
									|Nehemías 13:4|
									Antes de esto, el sacerdote Elyasib había sido encargado de los aposentos de la Casa de nuestro Dios. Como era pariente de Tobías,									
     
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									5
									 
									 
									|Nehemías 13:5|
									le había proporcionado un aposento espacioso, donde anteriormente se depositaban las oblaciones, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, es decir, las porciones de los levitas, los cantores y los porteros, y lo reservado a los sacerdotes.									
     
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									6
									 
									 
									|Nehemías 13:6|
									Cuando sucedía esto, yo no estaba en Jerusalén, porque el año 32 de Artajerjes, rey de Babilonia, había ido donde el rey; pero al cabo de algún tiempo el rey me permitió volver;									
     
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									7
									 
									 
									|Nehemías 13:7|
									volví a Jerusalén, y me enteré de la mala acción que había hecho Elyasib en favor de Tobías, preparándole un aposento en el atrio de la Casa de Dios.									
     
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									8
									 
									 
									|Nehemías 13:8|
									Esto me desagradó mucho; eché fuera del aposento todos los muebles de la casa de Tobías,									
     
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									9
									 
									 
									|Nehemías 13:9|
									y mandé purificar los aposentos y volver a poner en ellos los utensilios de la Casa de Dios, las oblaciones y el incienso.									
     
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									10
									 
									 
									|Nehemías 13:10|
									Me enteré también de que ya no se entregaban las raciones de los levitas, por lo que ellos se habían marchado cada uno a su campo - los levitas y los cantores encargados del servicio -.									
     
 
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