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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|1 Samuel 1:1|
									Hubo un hombre de Ramatáyim, sufita de la montaña de Efraím, que se llamaba Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita.									
     
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									2
									 
									 
									|1 Samuel 1:2|
									Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Peninná; Peninná tenía hijos, pero Ana no los tenía.									
     
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									3
									 
									 
									|1 Samuel 1:3|
									Este hombre subía de año en año desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Yahveh Sebaot en Silo, donde estaban Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, sacerdotes de Yahveh.									
     
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									4
									 
									 
									|1 Samuel 1:4|
									El día en que Elcaná sacrificaba, daba sendas porciones a su mujer Peninná y a cada uno de sus hijos e hijas,									
     
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									5
									 
									 
									|1 Samuel 1:5|
									pero a Ana le daba solamente una porción, pues aunque era su preferida, Yahveh había cerrado su seno.									
     
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									6
									 
									 
									|1 Samuel 1:6|
									Su rival la zahería y vejaba de continuo, porque Yahveh la había hecho estéril.									
     
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									7
									 
									 
									|1 Samuel 1:7|
									Así sucedía año tras año; cuando subían al templo de Yahveh la mortificaba. Ana lloraba de continuo y no quería comer.									
     
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									8
									 
									 
									|1 Samuel 1:8|
									Elcaná su marido le decía: «Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué estás triste? ¿Es que no soy para ti mejor que diez hijos?»									
     
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									9
									 
									 
									|1 Samuel 1:9|
									Pero después que hubieron comido en la habitación, se levantó Ana y se puso ante Yahveh. - El sacerdote Elí estaba sentado en su silla, contra la jamba de la puerta del santuario de Yahveh.									
     
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									10
									 
									 
									|1 Samuel 1:10|
									Estaba ella llena de amargura y oró a Yahveh llorando sin consuelo,									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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