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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									43
									 
									 
									|Hechos 27:43|
									pero el centurión, que quería salvar a Pablo, se opuso a su designio y dio orden de que los que supieran nadar se arrojasen los primeros al agua y ganasen la orilla;									
     
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									44
									 
									 
									|Hechos 27:44|
									y los demás saliesen unos sobre tablones, otros sobre los despojos de la nave. De esta forma todos llegamos a tierra sanos y salvos.									
     
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									1
									 
									 
									|Hechos 28:1|
									Una vez a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.									
     
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									2
									 
									 
									|Hechos 28:2|
									Los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera a causa de la lluvia que caía y del frío, y nos acogieron a todos.									
     
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									3
									 
									 
									|Hechos 28:3|
									Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora que salía huyendo del calor, hizo presa en su mano.									
     
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									4
									 
									 
									|Hechos 28:4|
									Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: «Este hombre es seguramente un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir.»									
     
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									5
									 
									 
									|Hechos 28:5|
									Pero él sacudió el animal sobre el fuego y no sufrió daño alguno.									
     
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									6
									 
									 
									|Hechos 28:6|
									Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.									
     
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									7
									 
									 
									|Hechos 28:7|
									En las cercanías de aquel lugar tenía unas propiedades el principal de la isla llamado Publio, quien nos recibió y nos dio amablemente hospedaje durante tres días.									
     
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									8
									 
									 
									|Hechos 28:8|
									Precisamente el padre de Publio se hallaba en cama atacado de fiebres y disentería. Pablo entró a verle, hizo oración, le impuso las manos y le curó.									
     
 
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