-
-
Biblia de Jerusalén (1976) -
-
21
|Daniel 3:21|
Fueron, pues, atados estos hombres, con sus zaragüelles, túnicas, gorros y vestidos, y arrojados al horno de fuego ardiente.
-
22
|Daniel 3:22|
Como la orden del rey era perentoria y el horno estaba excesivamente encendido, la llamarada mató a los hombres que habían llevado allá a Sadrak, Mesak y Abed Negó.
-
23
|Daniel 3:23|
Y los tres hombres, Sadrak, Mesak y Abed Negó, cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente.
-
24
|Daniel 3:24|
Entonces el rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó a toda prisa y preguntó a sus consejeros: «¿No hemos echado nosotros al fuego a estos tres hombres atados?» Respondieron ellos: «Indudablemente, oh rey.»
-
25
|Daniel 3:25|
Dijo el rey: «Pero yo estoy viendo cuatro hombres que se pasean libremente por el fuego sin sufrir daño alguno, y el cuarto tiene el aspecto de un hijo de los dioses.»
-
26
|Daniel 3:26|
Y Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: «Sadrak, Mesak y Abed Negó, servidores del Dios Altísimo, salid y venid aquí.» Entonces Sadrak, Mesak y Abed Negó salieron de en medio del fuego.
-
27
|Daniel 3:27|
Los sátrapas, prefectos, gobernadores y consejeros del rey se reunieron para ver a estos hombres: el fuego no había tenido ningún poder sobre su cuerpo, los cabellos de su cabeza no estaban chamuscados, sus mantos no se habían alterado, y ni el olor del fuego se les había pegado.
-
28
|Daniel 3:28|
Nabucodonosor exclamó: «Bendito sea el Dios de Sadrak, Mesak y Abed Negó, que ha enviado a su ángel a librar a sus siervos que, confiando en él, quebrantaron la orden del rey y entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a ningún otro fuera de su Dios.
-
29
|Daniel 3:29|
Y yo promulgo este edicto: Pueblos, naciones y lenguas, todo aquel que hable ligeramente del Dios de Sadrak, Mesak y Abed Negó, será cortado en pedazos y su casa será reducida a escombros, porque no hay otro dios que pueda salvar de este modo.»
-
30
|Daniel 3:30|
Y el rey hizo prosperar a Sadrak, Mesak y Abed Negó en la provincia de Babilonia.
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer Juan 7-8