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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									30
									 
									 
									|Daniel 2:30|
									A mí, sin que yo posea más sabiduría que cualquier otro ser viviente, se me ha revelado este misterio con el solo fin de dar a conocer al rey su interpretación y de que tú conozcas los pensamientos de tu corazón.									
     
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									31
									 
									 
									|Daniel 2:31|
									«Tú, oh rey, has tenido esta visión: una estatua, una enorme estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti.									
     
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									32
									 
									 
									|Daniel 2:32|
									La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus lomos de bronce,									
     
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									33
									 
									 
									|Daniel 2:33|
									sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla.									
     
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									34
									 
									 
									|Daniel 2:34|
									Tú estabas mirando, cuando de pronto una piedra se desprendió, sin intervención de mano alguna, vino a dar a la estatua en sus pies de hierro y arcilla, y los pulverizó.									
     
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									35
									 
									 
									|Daniel 2:35|
									Entonces quedó pulverizado todo a la vez: hierro, arcilla, bronce, plata y oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y el viento se lo llevó sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.									
     
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									36
									 
									 
									|Daniel 2:36|
									Tal fue el sueño: ahora diremos ante el rey su interpretación.									
     
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									37
									 
									 
									|Daniel 2:37|
									Tú, oh rey, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado reino, fuerza, poder y gloria									
     
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									38
									 
									 
									|Daniel 2:38|
									- los hijos de los hombres, las bestias del campo, los pájaros del cielo, dondequiera que habiten, los ha dejado en tus manos y te ha hecho soberano de ellos -, tú eres la cabeza de oro.									
     
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									39
									 
									 
									|Daniel 2:39|
									Después de ti surgirá otro reino, inferior a ti, y luego un tercer reino, de bronce, que dominará la tierra entera.									
     
 
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