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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Ester 4:1|
Cuando Mardoqueo supo lo que pasaba, rasgó sus vestidos, se vistió de sayal y ceniza y salió por la ciudad lanzando grandes gemidos,
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|Ester 4:2|
hasta llegar ante la Puerta Real, pues nadie podía pasar la Puerta cubierto de sayal.
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|Ester 4:3|
En todas las provincias, dondequiera que se publicaban la palabra y el edicto real, había entre los judíos gran duelo, ayunos y lágrimas y lamentos, y a muchos el sayal y la ceniza les sirvió de lecho.
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|Ester 4:4|
Las siervas y eunucos de Ester vinieron a comunicárselo. La reina se llenó de angustia y mandó enviar a Mardoqueo vestidos para que se vistiese y se quitase el sayal, pero él no quiso.
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5
|Ester 4:5|
Llamó Ester a Hatak, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y le envió a Mardoqueo para enterarse de lo que pasaba y a qué obedecía todo aquello.
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6
|Ester 4:6|
Salió Hatak y fue donde Mardoqueo, que estaba en la plaza de la ciudad que hay frente a la Puerta Real.
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7
|Ester 4:7|
Mardoqueo le informó de todo cuanto había pasado y de la suma de dinero que Amán había prometido entregar al tesoro real por el exterminio de los judíos.
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8
|Ester 4:8|
Le dio también una copia del texto del edicto de exterminio publicado en Susa, para que se lo enseñara a Ester y se informara; y ordenó a la reina que se presentase ante el rey, se ganara su favor y suplicara por su pueblo.
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9
|Ester 4:9|
Regresó Hatak e informó a Ester de las palabras de Mardoqueo.
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10
|Ester 4:10|
Ester mandó a Hatak que dijera a Mardoqueo:
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Sugerencias
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