- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|Ester 7:1|
									El rey y Amán fueron al banquete de la reina Ester.									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|Ester 7:2|
									También el segundo día dijo el rey a Ester, durante el banquete: «¿Qué deseas pedir, reina Ester?, pues te será concedido. ¿Cuál es tu deseo? Aunque fuera la mitad del reino, se cumplirá.»									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Ester 7:3|
									Respondió la reina Ester: «Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey!, y si al rey le place, concédeme la vida - este es mi deseo - y la de mi pueblo - esta es mi petición.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Ester 7:4|
									Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados, muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos para esclavos y esclavas, aún hubiera callado; mas ahora, el enemigo no podrá compensar al rey por tal pérdida.»									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Ester 7:5|
									Preguntó el rey Asuero a la reina Ester: «¿Quién es, y dónde está el hombre que ha pensado en su corazón ejecutar semejante cosa?»									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Ester 7:6|
									Respondió Ester: «¡El perseguidor y enemigo es Amán, ese miserable!» Amán quedó aterrado en presencia del rey y de la reina.									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Ester 7:7|
									El rey se levantó, lleno de ira, del banquete y se fue al jardín del palacio; Amán, se quedó junto a la reina Ester, para suplicarle por su vida, porque comprendía que, de parte del rey, se le venía encima la perdición.									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Ester 7:8|
									Cuando el rey volvió del jardín de palacio a la sala del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho de Ester. El rey exclamó: «¿Es que incluso en mi propio palacio quiere hacer violencia a la reina?» Dio el rey una orden y cubrieron el rostro de Amán.									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Ester 7:9|
									Jarboná, uno de los eunucos que estaban ante el rey, sugirió: «Precisamente, la horca que Amán había destinado para Mardoqueo, aquel cuyo informe fue tan útil al rey, está preparada en casa de Amán, y tiene cincuenta codos de altura.» Dijo el rey: «¡Colgadle de ella!»									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Ester 7:10|
									Colgaron a Amán de la horca que había levantado para Mardoqueo, y se aplacó la ira del rey.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8