- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|Gálatas 2:1|
									Luego, al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo también a Tito.									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|Gálatas 2:2|
									Subí movido por una revelación y les expuse el Evangelio que proclamo entre los gentiles - tomando aparte a los notables - para saber si corría o había corrido en vano.									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Gálatas 2:3|
									Pues bien, ni siquiera Tito que estaba conmigo, con ser griego, fue obligado a circuncidarse.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Gálatas 2:4|
									Pero, a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud,									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Gálatas 2:5|
									a quienes ni por un instante cedimos, sometiéndonos, a fin de salvaguardar para vosotros la verdad del Evangelio...									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Gálatas 2:6|
									Y de parte de los que eran tenidos por notables - ¡qué me importa lo que fuesen!: en Dios no hay acepción de personas - en todo caso, los notables nada nuevo me impusieron.									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Gálatas 2:7|
									Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos,									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Gálatas 2:8|
									- pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para hacerme apóstol de los gentiles -									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Gálatas 2:9|
									y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos a los circuncisos;									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Gálatas 2:10|
									sólo que nosotros debíamos tener presentes a los pobres, cosa que he procurado cumplir con todo esmero.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8