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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Gálatas 4:1|
Pues yo digo: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo;
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|Gálatas 4:2|
sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre.
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3
|Gálatas 4:3|
De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.
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4
|Gálatas 4:4|
Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
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|Gálatas 4:5|
para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.
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6
|Gálatas 4:6|
La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
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7
|Gálatas 4:7|
De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.
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8
|Gálatas 4:8|
Pero en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que en realidad no son dioses.
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|Gálatas 4:9|
Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo?
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10
|Gálatas 4:10|
Andáis observando los días, los meses, las estaciones, los años.
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Sugerencias
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