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Biblia de Jerusalén (1976) -
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11
|Gálatas 4:11|
Me hacéis temer no haya sido en vano todo mi afán por vosotros.
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12
|Gálatas 4:12|
Os ruego que os hagáis como yo, pues yo me hice como vosotros. Ningún agravio me hicisteis.
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13
|Gálatas 4:13|
Pero bien sabéis que una enfermedad me dio ocasión para evangelizaros por primera vez;
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14
|Gálatas 4:14|
y, no obstante la prueba que suponía para vosotros mi cuerpo, no me mostrasteis desprecio ni repulsa, sino que me recibisteis como a un ángel de Dios: como a Cristo Jesús.
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15
|Gálatas 4:15|
¿Dónde están ahora los parabienes que os dabais? Pues yo mismo puedo atestiguaros que os hubierais arrancado los ojos, de haber sido posible, para dármelos.
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16
|Gálatas 4:16|
¿Es que me he vuelto enemigo vuestro diciéndoos la verdad?
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17
|Gálatas 4:17|
El celo que ésos muestran por vosotros no es bueno; quieren alejaros de mí para que mostréis celo por ellos.
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18
|Gálatas 4:18|
Bien está procurarse el celo de otros para el bien, siempre, y no sólo cuando yo estoy entre vosotros,
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19
|Gálatas 4:19|
¡hijos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.
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20
|Gálatas 4:20|
Quisiera hallarme ahora en medio de vosotros para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con vosotros.
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Sugerencias
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