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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|Génesis 8:1|
Acordóse Dios de Noé y de todos los animales y de los ganados que con él estaban en el arca. Dios hizo pasar un viento sobre la tierra y las aguas decrecieron.
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2
|Génesis 8:2|
Se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas del cielo, y cesó la lluvia del cielo.
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3
|Génesis 8:3|
Poco a poco retrocedieron las aguas de sobre la tierra. Al cabo de 150 días, las aguas habían menguado,
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4
|Génesis 8:4|
y en el mes séptimo, el día diecisiete del mes, varó el arca sobre los montes de Ararat.
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5
|Génesis 8:5|
Las aguas siguieron menguando paulatinamente hasta el mes décimo, y el día primero del décimo mes asomaron las cumbres de los montes.
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6
|Génesis 8:6|
Al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca,
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7
|Génesis 8:7|
y soltó al cuervo, el cual estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra.
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8
|Génesis 8:8|
Después soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre.
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9
|Génesis 8:9|
La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la tierra; y alargando él su mano, la asió y metióla consigo en el arca.
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10
|Génesis 8:10|
Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma fuera del arca.
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Sugerencias
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