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Biblia de Jerusalén (1976) -
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31
|Lucas 12:31|
Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.
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32
|Lucas 12:32|
«No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.
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33
|Lucas 12:33|
«Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla;
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34
|Lucas 12:34|
porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
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35
|Lucas 12:35|
«Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,
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36
|Lucas 12:36|
y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.
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37
|Lucas 12:37|
Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
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38
|Lucas 12:38|
Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!
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39
|Lucas 12:39|
Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
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40
|Lucas 12:40|
También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
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Sugerencias
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