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Biblia de Jerusalén (1976) -
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8
|Levítico 22:8|
No comerá animal muerto o destrozado que le haga impuro. Yo, Yahveh.
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9
|Levítico 22:9|
Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado, al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico.
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10
|Levítico 22:10|
Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.
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11
|Levítico 22:11|
Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos pueden comer del pan del sacerdote.
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12
|Levítico 22:12|
La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la ofrenda reservada de las cosas sagradas.
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13
|Levítico 22:13|
Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre, como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él.
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14
|Levítico 22:14|
Quien, por inadvertencia, coma de cosa sagrada, la restituirá al sacerdote, añadiendo un quinto de más.
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15
|Levítico 22:15|
No profanen, pues, las cosas sagradas de los israelitas, reservadas para Yahveh,
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16
|Levítico 22:16|
porque al comerlas cargarían con una iniquidad que debe ser reparada. Yo soy Yahveh, el que los santifico.
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17
|Levítico 22:17|
Yahveh habló a Moisés, diciendo:
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Sugerencias
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