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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Marcos 4:3|
«Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar.
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|Marcos 4:4|
Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron.
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5
|Marcos 4:5|
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra;
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|Marcos 4:6|
pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó.
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7
|Marcos 4:7|
Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto.
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|Marcos 4:8|
Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento.»
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9
|Marcos 4:9|
Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga.»
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10
|Marcos 4:10|
Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas.
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|Marcos 4:11|
El les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas,
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|Marcos 4:12|
para que = por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone.» =
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Sugerencias
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