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Biblia de Jerusalén (1976) -
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|Santiago 1:1|
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión.
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2
|Santiago 1:2|
Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas,
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3
|Santiago 1:3|
sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento;
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4
|Santiago 1:4|
pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
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5
|Santiago 1:5|
Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
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6
|Santiago 1:6|
Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte.
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7
|Santiago 1:7|
Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
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8
|Santiago 1:8|
un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
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9
|Santiago 1:9|
El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
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10
|Santiago 1:10|
y el rico, en su humillación, porque pasará = como flor de hierba: =
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Sugerencias
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