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Biblia de Jerusalén (1976)
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1
|Santiago 2:1|
Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado.
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2
|Santiago 2:2|
Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio;
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3
|Santiago 2:3|
y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»; y en cambio al pobre le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».
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4
|Santiago 2:4|
¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos?
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5
|Santiago 2:5|
Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
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6
|Santiago 2:6|
¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales?
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7
|Santiago 2:7|
¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido invocado sobre vosotros?
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8
|Santiago 2:8|
Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: = Amarás a tu prójimo como a ti mismo, = obráis bien;
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9
|Santiago 2:9|
pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley.
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10
|Santiago 2:10|
Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos.
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Sugerencias
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