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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|2 Corintios 11:1|
									¡Ojalá pudierais soportar un poco mi necedad! ¡Sí que me la soportáis!									
     
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									2
									 
									 
									|2 Corintios 11:2|
									Celoso estoy de vosotros con celos de Dios. Pues os tengo desposados con un solo esposo para presentaros cual casta virgen a Cristo.									
     
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									3
									 
									 
									|2 Corintios 11:3|
									Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo.									
     
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									4
									 
									 
									|2 Corintios 11:4|
									Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un Espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que abrazasteis ¡lo toleráis tan bien!									
     
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									5
									 
									 
									|2 Corintios 11:5|
									Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles».									
     
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									6
									 
									 
									|2 Corintios 11:6|
									Pues si carezco de elocuencia, no así de ciencia; que en todo y en presencia de todos os lo hemos demostrado.									
     
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									7
									 
									 
									|2 Corintios 11:7|
									¿Acaso tendré yo culpa porque me abajé a mí mismo para ensalzaros a vosotros anunciándoos gratuitamente el Evangelio de Dios?									
     
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									8
									 
									 
									|2 Corintios 11:8|
									A otras Iglesias despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para serviros.									
     
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									9
									 
									 
									|2 Corintios 11:9|
									Y estando entre vosotros y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad. En todo evité el seros gravoso, y lo seguiré evitando.									
     
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									10
									 
									 
									|2 Corintios 11:10|
									¡Por la verdad de Cristo que está en mí!, que esta gloria no me será arrebatada en las regiones de Acaya.									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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