- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|2 Corintios 7:1|
									Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios.									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|2 Corintios 7:2|
									Dadnos lugar en vuestros corazones. A nadie hemos ofendido; a nadie hemos arruinado; a nadie hemos explotado.									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|2 Corintios 7:3|
									No os digo esto con ánimo de condenaros. Pues acabo de deciros que en vida y muerte estáis unidos en mi corazón.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|2 Corintios 7:4|
									Tengo plena confianza en hablaros; estoy muy orgulloso de vosotros. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|2 Corintios 7:5|
									Efectivamente, en llegando a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra carne, sino, toda suerte de tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores.									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|2 Corintios 7:6|
									Pero el Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la llegada de Tito,									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|2 Corintios 7:7|
									y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habíais proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí hasta el punto de colmarme de alegría.									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|2 Corintios 7:8|
									Porque si os entristecí con mi carta, no me pesa. Y si me pesó - pues veo que aquella carta os entristeció, aunque no fuera más que por un momento -									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|2 Corintios 7:9|
									ahora me alegro. No por haberos entristecido, sino porque aquella tristeza os movió a arrepentimiento. Pues os entristecisteis según Dios, de manera que de nuestra parte no habéis sufrido perjuicio alguno.									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|2 Corintios 7:10|
									En efecto, la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8