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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									35
									 
									 
									|Deuteronomio 32:35|
									A mí me toca la venganza y el pago para el momento en que su pie vacile. Porque está cerca el día de su ruina, ya se precipita lo que les espera. 									
     
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									36
									 
									 
									|Deuteronomio 32:36|
									(Que va hacer Yahveh justicia al pueblo suyo, va a apiadarse de sus siervos.) Porque verá que su fuerza se agota, que no queda ya libre ni esclavo. 									
     
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									37
									 
									 
									|Deuteronomio 32:37|
									Dirá entonces: ¿Dónde están sus dioses, roca en que buscaban su refugio, 									
     
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									38
									 
									 
									|Deuteronomio 32:38|
									los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Levántense y os salven, sean ellos vuestro amparo!									
     
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									39
									 
									 
									|Deuteronomio 32:39|
									Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí. Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo, y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi mano).									
     
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									40
									 
									 
									|Deuteronomio 32:40|
									Sí, yo alzo al cielo mi mano, y digo: Tan cierto como que vivo eternamente, 									
     
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									41
									 
									 
									|Deuteronomio 32:41|
									cuando afile el rayo de mi espada, y mi mano empuñe el Juicio, tomaré venganza de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen. 									
     
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									42
									 
									 
									|Deuteronomio 32:42|
									Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada se saciará de carne: sangre de muertos y cautivos, cabezas encrestadas de enemigos.									
     
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									43
									 
									 
									|Deuteronomio 32:43|
									¡Cielos, exultad con él, y adórenle los hijos de Dios! ¡Exultad, naciones, con su pueblo, y todos los mensajeros de Dios narren su fuerza! Porque él vengará la sangre de sus siervos, tomará venganza de sus adversarios, dará su pago a quienes le aborrecen y purificará el suelo de su pueblo.									
     
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									44
									 
									 
									|Deuteronomio 32:44|
									Fue Moisés y pronunció o oídos del pueblo todas las palabras de este cántico, acompañado de Josué, hijo de Nun.									
     
 
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