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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Eclesiastés 4:1|
									Yo me volví a considerar todas las violencias perpetradas bajo el sol: vi el llanto de los oprimidos, sin tener quien los consuele; la violencia de sus verdugos, sin tener quien los vengue. 									
     
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									2
									 
									 
									|Eclesiastés 4:2|
									Felicité a los muertos que ya perecieron, más que a los vivos que aún viven. 									
     
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									3
									 
									 
									|Eclesiastés 4:3|
									Más feliz aún que entrambos es aquel que aún no ha existido, que no ha visto la iniquidad que se comete bajo el sol. 									
     
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									4
									 
									 
									|Eclesiastés 4:4|
									He visto que todo afán y todo éxito en una obra excita la envidia del uno contra el otro. También esto es vanidad y atrapar vientos. 									
     
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									5
									 
									 
									|Eclesiastés 4:5|
									El necio se cruza de manos, y devora su carne. 									
     
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									6
									 
									 
									|Eclesiastés 4:6|
									Más vale llenar un puñado con reposo que dos puñados con fatiga en atrapar vientos.									
     
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									7
									 
									 
									|Eclesiastés 4:7|
									Volví de nuevo a considerar otra vanidad bajo el sol:									
     
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									8
									 
									 
									|Eclesiastés 4:8|
									a saber, un hombre solo, sin sucesor, sin hijos ni hermano; sin límite a su fatiga, sin que sus ojos se harten de riqueza. «Mas ¿para quién me fatigo y privo a mi vida de felicidad?» También esto es vanidad y mal negocio.									
     
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									9
									 
									 
									|Eclesiastés 4:9|
									Más valen dos que uno solo, pues obtienen mayor ganancia de su esfuerzo.									
     
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									10
									 
									 
									|Eclesiastés 4:10|
									Pues si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo que cae!, que no tiene quien lo levante.									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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