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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									11
									 
									 
									|Eclesiastés 7:11|
									Tan buena es la sabiduría como la hacienda, y aprovecha a los que ven el sol.									
     
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									12
									 
									 
									|Eclesiastés 7:12|
									Porque la sabiduría protege como el dinero, pero el saber le aventaja en que hace vivir al que lo posee. 									
     
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									13
									 
									 
									|Eclesiastés 7:13|
									Mira la obra de Dios: ¿quién podrá enderezar lo que él torció? 									
     
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									14
									 
									 
									|Eclesiastés 7:14|
									Alégrate en el día feliz y, en el día desgraciado, considera que, tanto uno como otro, Dios lo hace para que el hombre nada descubra de su porvenir. 									
     
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									15
									 
									 
									|Eclesiastés 7:15|
									En mi vano vivir, de todo he visto: justos perecer en su justicia, e impíos envejecer en su iniquidad. 									
     
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									16
									 
									 
									|Eclesiastés 7:16|
									No quieras ser justo en demasía, ni te vuelvas demasiado sabio. ¿A qué destruirte?									
     
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									17
									 
									 
									|Eclesiastés 7:17|
									No quieras ser demasiado impío, ni te hagas el insensato. ¿A qué morir antes de tu tiempo? 									
     
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									18
									 
									 
									|Eclesiastés 7:18|
									Bueno es que mantengas esto sin dejar aquellos de la mano, porque el temeroso de Dios con todo ello se sale.									
     
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									19
									 
									 
									|Eclesiastés 7:19|
									La sabiduría da más fuerza al sabio que diez poderosos que haya en la ciudad.									
     
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									20
									 
									 
									|Eclesiastés 7:20|
									Cierto es que no hay ningún justo en la tierra que haga el bien sin nunca pecar. 									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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