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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									11
									 
									 
									|Ezequiel 3:11|
									y luego, anda, ve donde los deportados, donde los hijos de tu pueblo; les hablarás y les dirás: “Así dice el Señor Yahveh”, escuchen o no escuchen.»									
     
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									12
									 
									 
									|Ezequiel 3:12|
									Entonces, el espíritu me levantó y oí detrás de mí el ruido de una gran trepidación: «Bendita sea la gloria de Yahveh, en el lugar donde está»,									
     
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									13
									 
									 
									|Ezequiel 3:13|
									el ruido que hacían las alas de los seres al batir una contra otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos, ruido de gran trepidación.									
     
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									14
									 
									 
									|Ezequiel 3:14|
									Y el espíritu me levantó y me arrebató; yo iba amargado con quemazón de espíritu, mientras la mano de Yahveh pesaba fuertemente sobre mí.									
     
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									15
									 
									 
									|Ezequiel 3:15|
									Llegué donde los deportados de Tel Abib que residían junto al río Kebar - era aquí donde ellos residían -, y permanecí allí siete días, aturdido, en medio de ellos.									
     
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									16
									 
									 
									|Ezequiel 3:16|
									Al cabo de los siete días, la palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:									
     
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									17
									 
									 
									|Ezequiel 3:17|
									«Hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel. Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte.									
     
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									18
									 
									 
									|Ezequiel 3:18|
									Cuando yo diga al malvado: “Vas a morir”, si tú no le adviertes, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, a fin de que viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.									
     
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									19
									 
									 
									|Ezequiel 3:19|
									Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá él por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.									
     
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									20
									 
									 
									|Ezequiel 3:20|
									Cuando el justo se aparte de su justicia para cometer injusticia, yo pondré un obstáculo ante él y morirá; por no haberle advertido tú, morirá él por su pecado y no se recordará la justicia que había practicado, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.									
     
 
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