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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Ezequiel 47:1|
									Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar.									
     
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									2
									 
									 
									|Ezequiel 47:2|
									Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el agua fluía del lado derecho.									
     
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									3
									 
									 
									|Ezequiel 47:3|
									El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos.									
     
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									4
									 
									 
									|Ezequiel 47:4|
									Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la cintura.									
     
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									5
									 
									 
									|Ezequiel 47:5|
									Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que no se podía atravesar.									
     
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									6
									 
									 
									|Ezequiel 47:6|
									Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y luego me hizo volver a la orilla del torrente.									
     
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									7
									 
									 
									|Ezequiel 47:7|
									Y a volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles, a ambos lados.									
     
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									8
									 
									 
									|Ezequiel 47:8|
									Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada.									
     
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									9
									 
									 
									|Ezequiel 47:9|
									Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente.									
     
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									10
									 
									 
									|Ezequiel 47:10|
									A sus orillas vendrán los pescadores; desde Engadí hasta Eneglayim se tenderán redes. Los peces serán de la misma especie que los peces del mar Grande, y muy numerosos.									
     
 
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