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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									21
									 
									 
									|Ezequiel 1:21|
									Cuando avanzaban ellos, avanzaban ellas, cuando ellos se paraban, se paraban ellas, y cuando ellos se elevaban del suelo, las ruedas se elevaban juntamente con ellos, porque el espíritu del ser estaba en las ruedas.									
     
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									22
									 
									 
									|Ezequiel 1:22|
									Sobre las cabezas del ser había una forma de bóveda resplandeciente como el cristal, extendida por encima de sus cabezas,									
     
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									23
									 
									 
									|Ezequiel 1:23|
									y bajo la bóveda sus alas estaban rectas, una paralela a la otra; cada uno tenía dos que le cubrían el cuerpo.									
     
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									24
									 
									 
									|Ezequiel 1:24|
									Y oí el ruido de sus alas, como un ruido de muchas aguas, como la voz de Sadday; cuando marchaban, era un ruido atronador, como ruido de batalla; cuando se paraban, replegaban sus alas.									
     
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									25
									 
									 
									|Ezequiel 1:25|
									Y se produjo un ruido.									
     
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									26
									 
									 
									|Ezequiel 1:26|
									Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había algo como una piedra de zafiro en forma de trono, y sobre esta forma de trono, por encima, en lo más alto, una figura de apariencia humana.									
     
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									27
									 
									 
									|Ezequiel 1:27|
									Vi luego como el fulgor del electro, algo como un fuego que formaba una envoltura, todo alrededor, desde lo que parecía ser sus caderas para arriba; y desde lo que parecía ser sus caderas para abajo, vi algo como fuego que producía un resplandor en torno,									
     
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									28
									 
									 
									|Ezequiel 1:28|
									con el aspecto del arco iris que aparece en las nubes los días de lluvia: tal era el aspecto de este resplandor, todo en torno. Era algo como la forma de la gloria de Yahveh. A su vista caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.									
     
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									1
									 
									 
									|Ezequiel 2:1|
									Me dijo: «Hijo de hombre, ponte en pie, que voy a hablarte».									
     
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									2
									 
									 
									|Ezequiel 2:2|
									El espíritu entró en mí como se me había dicho y me hizo tenerme en pie; y oí al que me hablaba.									
     
 
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