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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									11
									 
									 
									|Hebreos 9:11|
									Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo.									
     
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									12
									 
									 
									|Hebreos 9:12|
									Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna.									
     
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									13
									 
									 
									|Hebreos 9:13|
									Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne,									
     
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									14
									 
									 
									|Hebreos 9:14|
									¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo!									
     
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									15
									 
									 
									|Hebreos 9:15|
									Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.									
     
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									16
									 
									 
									|Hebreos 9:16|
									Pues donde hay testamento se requiere que conste la muerte del testador,									
     
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									17
									 
									 
									|Hebreos 9:17|
									ya que el testamento es válido en caso de defunción, no teniendo valor en vida del testador.									
     
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									18
									 
									 
									|Hebreos 9:18|
									Así tampoco la primera Alianza se inauguró sin sangre.									
     
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									19
									 
									 
									|Hebreos 9:19|
									Pues Moisés, después de haber leído a todo el pueblo todos los preceptos según la Ley, tomó la sangre de los novillos y machos cabríos con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo									
     
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									20
									 
									 
									|Hebreos 9:20|
									diciendo: = Esta es la sangre de la Alianza que Dios ha ordenado para vosotros. =									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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