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Biblia de Jerusalén (1976) -
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4
|Jonás 3:4|
Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.»
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5
|Jonás 3:5|
Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor.
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6
|Jonás 3:6|
La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se sentó en la ceniza.
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7
|Jonás 3:7|
Luego mandó pregonar y decir en Nínive: «Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten ni beban agua.
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8
|Jonás 3:8|
Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos.
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9
|Jonás 3:9|
¡Quién sabe! Quizás vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.»
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10
|Jonás 3:10|
Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.
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1
|Jonás 4:1|
Jonás, se disgustó mucho por esto y se irritó;
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2
|Jonás 4:2|
y oró a Yahveh diciendo: «¡Ah, Yahveh!, ¿no es esto lo que yo decía cuando estaba todavía en mi tierra? Fue por eso por lo que me apresuré a huir a Tarsis. Porque bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y misericordioso, tardo a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del mal.
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3
|Jonás 4:3|
Y ahora, Yahveh, te suplico que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.»
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Sugerencias
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