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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|Oseas 10:1|
Vid frondosa era Israel produciendo fruto a su aire: cuanto más aumentaba su fruto, más aumentaba los altares; cuanto mejor era su tierra, mejores hacía las estelas.
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2
|Oseas 10:2|
Su corazón es doble, mas ahora van a expiar; él romperá sus altares, demolerá sus estelas.
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3
|Oseas 10:3|
Entonces dirán: «No tenemos rey, porque no hemos temido a Yahveh, y el rey, ¿qué haría por nosotros?
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4
|Oseas 10:4|
Pronuncian palabras, juramentos vanos, conclusión de alianzas, y el juicio florece como hierba venenosa en los surcos del campo.
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5
|Oseas 10:5|
Por el becerro de Bet Aven tiemblan los habitantes de Samaria; sí, por él hace duelo su pueblo, por él sus sacerdotes: ¡que exulten por su gloria, porque ha emigrado lejos de él!
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6
|Oseas 10:6|
El también será llevado a Asiria, como ofrenda para el gran rey. Efraím recogerá vergüenza, e Israel quedará corrida de su plan.
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7
|Oseas 10:7|
¡Se ha acabado Samaria! Su rey es como espuma sobre la haz del agua.
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8
|Oseas 10:8|
Serán destruidos los altos de Aven, el pecado de Israel. Espinas y zarzas treparán por sus altares. Dirán entonces a los montes: «¡Cubridnos!» y a las colinas: «¡Caed sobre nosotros!»
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9
|Oseas 10:9|
Desde los días de Guibeá, has pecado, Israel, ¡allí se han plantado! ¿No los alcanzará en Guibeá la guerra, a los hijos de la injusticia?
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10
|Oseas 10:10|
Voy a venir a visitarlos, y se aliarán pueblos contra ellos, cuando sean visitados por su doble culpa.
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Sugerencias
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