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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|Oseas 2:1|
El número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se mide ni se cuenta. Y en el lugar mismo donde se les decía «No-mi-pueblo», se les dirá: «Hijos-de-Dios-vivo.»
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2
|Oseas 2:2|
Se juntarán los hijos de Judá y los hijos de Israel en uno, se pondrán un solo jefe, y desbordarán de la tierra, porque será grande el día de Yizreel.
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3
|Oseas 2:3|
Decid a vuestros hermanos: «Mi pueblo», y a vuestras hermanas: «Compadecida».
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4
|Oseas 2:4|
¡Pleitead con vuestra madre, pleitead, porque ella ya no es mi mujer, y yo no soy su marido! ¡Que quite de su rostro sus prostituciones y de entre sus pechos sus adulterios;
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5
|Oseas 2:5|
no sea que yo la desnude toda entera, y la deje como el día en que nació, la ponga hecha un desierto, la reduzca a tierra árida, y la haga morir de sed!
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6
|Oseas 2:6|
Ni de sus hijos me compadeceré, porque son hijos de prostitución.
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7
|Oseas 2:7|
Pues su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los concibió, cuando decía: «Me iré detrás de mis amantes, los que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.»
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8
|Oseas 2:8|
Por eso, yo cercaré su camino con espinos, la cercaré con seto y no encontrará más sus senderos;
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9
|Oseas 2:9|
perseguirá a sus amantes y no los alcanzará, los buscará y no los hallará. Entonces dirá: «Voy a volver a mi primer marido, que entonces me iba mejor que ahora.»
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10
|Oseas 2:10|
No había conocido ella que era yo quien le daba el trigo, el mosto y el aceite virgen, ¡la plata yo se la multiplicaba, y el oro lo empleaban en Baal!
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Sugerencias
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