- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|Oseas 5:1|
									Escuchad esto, sacerdotes, estad atentos, casa de Israel, casa real, prestad oído, porque el juicio es cosa vuestra; pero vosotros habéis sido un lazo en Mispá, y una red tendida en el Tabor. 									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|Oseas 5:2|
									Han ahondado la fosa de Sittim, mas yo seré castigo para todos ellos. 									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Oseas 5:3|
									Yo conozco a Efraím, e Israel no se me oculta. Sí, tú te has prostituido, Efraím, e Israel se ha contaminado, 									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Oseas 5:4|
									No les permiten sus obras volver a su Dios, pues un espíritu de prostitución hay dentro de ellos, y no conocen a Yahveh. 									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Oseas 5:5|
									El orgullo de Israel testifica contra él; Israel y Efraím tropiezan por sus culpas, y también Judá tropieza con ellos. 									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Oseas 5:6|
									Con su ganado menor y mayor irán en busca de Yahveh, pero no lo encontrarán: ¡se ha retirado de ellos! 									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Oseas 5:7|
									Han sido infieles a Yahveh, han engendrado hijos bastardos; pues ahora los va a devorar el novilunio juntamente con sus campos.									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Oseas 5:8|
									Tocad el cuerno en Guibeá, la trompeta en Ramá, dad la alarma en Bet Aven, ¡detrás de ti, Benjamín! 									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Oseas 5:9|
									Efraím será una desolación el día del castigo; en las tribus de Israel hago saber cosa segura. 									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Oseas 5:10|
									Los príncipes de Judá son como los que desplazan los linderos, sobre ellos voy a derramar como agua mi furor. 									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8