-
-
Biblia de Jerusalén (1976)
-
-
11
|Romanos 8:11|
Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
-
12
|Romanos 8:12|
Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne,
-
13
|Romanos 8:13|
pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis.
-
14
|Romanos 8:14|
En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
-
15
|Romanos 8:15|
Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!
-
16
|Romanos 8:16|
El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
-
17
|Romanos 8:17|
Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados.
-
18
|Romanos 8:18|
Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros.
-
19
|Romanos 8:19|
Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios.
-
20
|Romanos 8:20|
La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza
-
-
Sugerencias
Haga clic para leer Jueces 1-3