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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Romanos 2:1|
									Por eso, no tienes excusa quienquiera que seas, tú que juzgas, pues juzgando a otros, a ti mismo te condenas, ya que obras esas mismas cosas tú que juzgas,									
     
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									2
									 
									 
									|Romanos 2:2|
									y sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que obran semejantes cosas.									
     
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									3
									 
									 
									|Romanos 2:3|
									Y ¿te figuras, tú que juzgas a los que cometen tales cosas y las cometes tú mismo, que escaparás al juicio de Dios?									
     
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									4
									 
									 
									|Romanos 2:4|
									O ¿desprecias, tal vez, sus riquezas de bondad, de paciencia y de longanimidad, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa a la conversión?									
     
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									5
									 
									 
									|Romanos 2:5|
									Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios,									
     
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									6
									 
									 
									|Romanos 2:6|
									el cual = dará a cada cual según sus obras: =									
     
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									7
									 
									 
									|Romanos 2:7|
									a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;									
     
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									8
									 
									 
									|Romanos 2:8|
									mas a los rebeldes, indóciles a la verdad y dóciles a la injusticia: cólera e indignación.									
     
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									9
									 
									 
									|Romanos 2:9|
									Tribulación y angustia sobre toda alma humana que obre el mal: del judío primeramente y también del griego;									
     
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									10
									 
									 
									|Romanos 2:10|
									en cambio, gloria, honor y paz a todo el que obre el bien; al judío primeramente y también al griego;									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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