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Biblia de Jerusalén (1976) -
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1
|Romanos 9:1|
Digo la verdad en Cristo, no miento, - mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo -,
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2
|Romanos 9:2|
siento una gran tristeza y un dolor incesante en el corazón.
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3
|Romanos 9:3|
Pues desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne,
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4
|Romanos 9:4|
- los israelitas -, de los cuales es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas,
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5
|Romanos 9:5|
y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
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6
|Romanos 9:6|
No es que haya fallado la palabra de Dios. Pues no todos los descendientes de Israel son Israel.
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7
|Romanos 9:7|
Ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos. Sino que = «por Isaac llevará tu nombre una descendencia»; =
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8
|Romanos 9:8|
es decir: no son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los hijos de la promesa se cuentan como descendencia.
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9
|Romanos 9:9|
Porque éstas son las palabras de la promesa: = «Por este tiempo volveré; y Sara tendrá un hijo.» =
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10
|Romanos 9:10|
Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, nuestro padre Isaac;
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Sugerencias
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