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Leer por capítulos:
119-
Biblia de Jerusalén (1976) -
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91
|Salmos 119:91|
Por tus juicios subsiste todo hasta este día, pues toda cosa es sierva tuya.
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92
|Salmos 119:92|
Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya habría perecido en mi miseria.
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93
|Salmos 119:93|
Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tú me das la vida.
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|Salmos 119:94|
Tuyo soy, sálvame, pues tus ordenanzas voy buscando.
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|Salmos 119:95|
Para perderme me acechan los impíos, yo estoy atento a tus dictámenes.
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|Salmos 119:96|
De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu mandamiento!
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|Salmos 119:97|
= Mem. = ¡Oh, cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
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|Salmos 119:98|
Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento, que por siempre es mío.
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|Salmos 119:99|
Tengo más prudencia que todos mis maestros, porque mi meditación son tus dictámenes.
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|Salmos 119:100|
Poseo más cordura que los viejos, porque guardo tus ordenanzas.
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Sugerencias
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