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 Leer por capítulos:
 32- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Salmos 32:1|
									¡Dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado! 									
     
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									2
									 
									 
									|Salmos 32:2|
									Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito, y en cuyo espíritu no hay fraude.									
     
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									3
									 
									 
									|Salmos 32:3|
									Cuando yo me callaba, se sumían mis huesos en mi rugir de cada día, 									
     
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									4
									 
									 
									|Salmos 32:4|
									mientras pesaba, día y noche, tu mano sobre mí; mi corazón se alteraba como un campo en los ardores del estío. = Pausa. =									
     
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									5
									 
									 
									|Salmos 32:5|
									Mi pecado te reconocí, y no oculté mi culpa; dije: «Me confesaré a Yahveh de mis rebeldías.» Y tú absolviste mi culpa, perdonaste mi pecado. = Pausa. =									
     
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									6
									 
									 
									|Salmos 32:6|
									Por eso te suplica todo el que te ama en la hora de la angustia. Y aunque las muchas aguas se desborden, no le alcanzarán. 									
     
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									7
									 
									 
									|Salmos 32:7|
									Tú eres un cobijo para mí, de la angustia me guardas, estás en torno a mí para salvarme. = Pausa. =									
     
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									8
									 
									 
									|Salmos 32:8|
									Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir; fijos en ti los ojos, seré tu consejero.									
     
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									9
									 
									 
									|Salmos 32:9|
									No seas cual caballo o mulo sin sentido, rienda y freno hace falta para domar su brío, si no, no se te acercan.									
     
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									10
									 
									 
									|Salmos 32:10|
									Copiosas son las penas del impío, al que confía en Yahveh el amor le envuelve.									
     
 
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				- Sugerencias 
 

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