- 
			
				
 Leer por capítulos:
 40- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									1
									 
									 
									|Salmos 40:1|
									En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.									
     
 - 
									
									2
									 
									 
									|Salmos 40:2|
									Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos.									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Salmos 40:3|
									Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Salmos 40:4|
									Dichoso el hombre aquel que en Yahveh pone su confianza, y no se va con los rebeldes, que andan tras la mentira.									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Salmos 40:5|
									¡Cuántas maravillas has hecho, Yahveh, Dios mío, qué de designios con nosotros: no hay comparable a ti! Yo quisiera publicarlos, pregonarlos, mas su número excede toda cuenta.									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Salmos 40:6|
									Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas, 									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Salmos 40:7|
									dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro 									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Salmos 40:8|
									hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Salmos 40:9|
									He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Salmos 40:10|
									No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8