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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									11
									 
									 
									|Eclesiastés 2:11|
									Consideré entonces todas las obras de mis manos y el fatigoso afán de mi hacer y vi que todo es vanidad y atrapar vientos, y que ningún provecho se saca bajo el sol.									
     
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									12
									 
									 
									|Eclesiastés 2:12|
									Yo me volví a considerar la sabiduría, la locura y la necedad. ¿Qué hará el hombre que suceda al rey, sino lo que ya otros hicieron?									
     
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									13
									 
									 
									|Eclesiastés 2:13|
									Yo vi que la sabiduría aventaja a la necedad, como la luz a las tinieblas.									
     
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									14
									 
									 
									|Eclesiastés 2:14|
									El sabio tiene sus ojos abiertos, mas el necio en las tinieblas camina. Pero también yo sé que la misma suerte alcanza a ambos.									
     
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									15
									 
									 
									|Eclesiastés 2:15|
									Entonces me dice: Como la suerte del necio será la mía, ¿para qué vales, pues, mi sabiduría? Y pensé que hasta eso mismo es vanidad.									
     
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									16
									 
									 
									|Eclesiastés 2:16|
									No hay recuerdo duradero ni del sabio ni del necio; al correr de los días, todos son olvidados. Pues el sabio muere igual que el necio.									
     
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									17
									 
									 
									|Eclesiastés 2:17|
									He detestado la vida, porque me repugna cuanto se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y atrapar vientos.									
     
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									18
									 
									 
									|Eclesiastés 2:18|
									Detesté todos mis fatigosos afanes bajo el sol, que yo dejo a mi sucesor.									
     
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									19
									 
									 
									|Eclesiastés 2:19|
									¿Quién sabe si será sabio o necio? El se hará dueño de todo mi trabajo, lo que realicé con fatiga y sabiduría bajo el sol. También esto es vanidad.									
     
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									20
									 
									 
									|Eclesiastés 2:20|
									Entregué mi corazón al desaliento, por todos mis fatigosos afanes bajo el sol,									
     
 
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