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Biblia de Jerusalén (1976) -
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7
|Oseas 7:7|
Todos están calientes como un horno, y devoran a sus propios jueces. Todos sus reyes han caído, y ninguno entre ellos clama a mí.
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8
|Oseas 7:8|
Efraím se mezcla con los pueblos, Efraím es una torta a la que no se ha dado vuelta.
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9
|Oseas 7:9|
Extranjeros devoran su fuerza, ¡y él no lo sabe! Ya las canas blanquean en él, ¡y él no lo sabe!
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10
|Oseas 7:10|
El orgullo de Israel testifica contra él, pero no se vuelven a Yahveh su Dios, con todo esto, no le buscan.
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11
|Oseas 7:11|
Efraím es cual ingenua paloma, sin cordura; llaman a Egipto, acuden a Asiria.
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12
|Oseas 7:12|
Dondequiera que vayan, yo echaré mi red sobre ellos, como ave del cielo los haré caer y los visitaré por su maldad.
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13
|Oseas 7:13|
¡Ay de ellos, que de mí se han alejado! ¡Ruina sobre ellos por haberse rebelado contra mí! Yo los rescataría, pero ellos dicen contra mí mentiras.
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14
|Oseas 7:14|
Y no claman a mí de corazón cuando gimen en sus lechos; por el trigo y el mosto se hacen incisiones se rebelan contra mí.
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15
|Oseas 7:15|
Yo fortalecí su brazo, ¡y ellos contra mí maquinan el mal!
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16
|Oseas 7:16|
Se vuelven a lo que no es nada, son como un arco engañoso. Caerán a espada sus príncipes, por la iracundia de su lengua: ¡tal será su escarnio en el país de Egipto!
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Sugerencias
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