- 
			
				- 
									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
- 
									  
 - 
									
									2
									 
									 
									|Oseas 4:2|
									sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a sangre. 									
     
 - 
									
									3
									 
									 
									|Oseas 4:3|
									Por eso, la tierra está en duelo, y se marchita cuanto en ella habita, con las bestias del campo y las aves del cielo; y hasta los peces del mar desaparecen.									
     
 - 
									
									4
									 
									 
									|Oseas 4:4|
									¡Pero nadie pleitee ni reprenda nadie, pues sólo contigo, sacerdote, es mi pleito! 									
     
 - 
									
									5
									 
									 
									|Oseas 4:5|
									En pleno día tropezarás tú, también el profeta tropezará contigo en la noche, y yo haré perecer a tu madre. 									
     
 - 
									
									6
									 
									 
									|Oseas 4:6|
									Perece mi pueblo por falta de conocimiento. Ya que tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de mi sacerdocio; ya que tú has olvidado la Ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. 									
     
 - 
									
									7
									 
									 
									|Oseas 4:7|
									Todos, cuantos son, han pecado contra mí, han cambiado su Gloria por la Ignominia. 									
     
 - 
									
									8
									 
									 
									|Oseas 4:8|
									Del pecado de mi pueblo comen y hacia su culpa llevan su avidez. 									
     
 - 
									
									9
									 
									 
									|Oseas 4:9|
									Mas será del sacerdote lo que sea del pueblo: yo le visitaré por su conducta y sus obras le devolveré. 									
     
 - 
									
									10
									 
									 
									|Oseas 4:10|
									Comerán, pero no se saciarán, se prostituirán, pero no proliferarán, porque han abandonado a Yahveh para dedicarse									
     
 - 
									
									11
									 
									 
									|Oseas 4:11|
									a la prostitución. El vino y el mosto arrebatan el seso. 									
     
 
- 
									
- 
				- Sugerencias 
 

Haga clic para leer Juan 7-8