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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Jeremías 3:1|
									«Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su lado y es de otro hombre: ¿podrá volver a él? ¿no sería como una tierra manchada?» Pues bien, tú has fornicado con muchos compañeros, ¡y vas a volver a mí! - oráculo de Yahveh -. 									
     
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									2
									 
									 
									|Jeremías 3:2|
									Alza los ojos a los calveros y mira: ¿en dónde no fuiste gozada? A la vera de los caminos te sentabas para ellos, como el árabe en el desierto, y manchaste la tierra con tus fornicaciones y malicia. 									
     
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									3
									 
									 
									|Jeremías 3:3|
									Se suspendieron las lloviznas de otoño, y faltó lluvia tardía; pero tú tenías rostro de mujer descarada, rehusaste avergonzarte. 									
     
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									4
									 
									 
									|Jeremías 3:4|
									¿Es que entonces mismo no me llamabas: «Padre mío; el amigo de mi juventud eres tú?; 									
     
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									5
									 
									 
									|Jeremías 3:5|
									¿tendrá rencor para siempre?, ¿lo guardará hasta el fin?» Ahí tienes cómo has hablado; las maldades que hiciste las has colmado.									
     
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									6
									 
									 
									|Jeremías 3:6|
									Yahveh me dijo en tiempos del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo Israel, la apóstata? Andaba ella sobre cualquier monte elevado y bajo cualquier árbol frondoso, fornicando allí.									
     
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									7
									 
									 
									|Jeremías 3:7|
									En vista de lo que había hecho, dije: «No vuelvas a mí.» Y no volvió. Vio esto su hermana Judá, la pérfida;									
     
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									8
									 
									 
									|Jeremías 3:8|
									vio que a causa de todas las fornicaciones de Israel, la apóstata, yo la había despedido dándole su carta de divorcio; pero no hizo caso su hermana Judá, la pérfida, sino que fue y fornicó también ella,									
     
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									9
									 
									 
									|Jeremías 3:9|
									tanto que por su liviandad en fornicar manchó la tierra, y fornicó con la piedra y con el leño.									
     
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									10
									 
									 
									|Jeremías 3:10|
									A pesar de todo, su hermana Judá, la pérfida, no se volvió a mí de todo corazón, sino engañosamente - oráculo de Yahveh.									
     
 
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