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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Jeremías 30:1|
									Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh:									
     
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									2
									 
									 
									|Jeremías 30:2|
									Así dice Yahveh el Dios de Israel: Escríbete todas las palabras que te he hablado en un libro.									
     
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									3
									 
									 
									|Jeremías 30:3|
									Pues he aquí que vienen días - oráculo de Yahveh - en que haré tornar a los cautivos de mi pueblo Israel (y de Judá) - dice Yahveh - y les haré volver a la tierra que di a sus padres en posesión.									
     
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									4
									 
									 
									|Jeremías 30:4|
									Estas son las palabras que dirigió Yahveh a Israel (y a Judá).									
     
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									5
									 
									 
									|Jeremías 30:5|
									Así dice Yahveh: Voces estremecedoras oímos: ¡Pánico, y no paz! 									
     
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									6
									 
									 
									|Jeremías 30:6|
									Id a preguntar, y ved si pare el macho. Entonces ¿por qué he visto a todo varón con las manos en las caderas, como la que da a luz, y todas las caras se han vuelto amarillas? 									
     
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									7
									 
									 
									|Jeremías 30:7|
									¡Ay! porque grande es aquel día, sin semejante, y tiempo de angustia es para Jacob; pero de ella quedará salvo. 									
     
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									8
									 
									 
									|Jeremías 30:8|
									(Acontecerá aquel día - oráculo de Yahveh Sebaot - que romperé el yugo de sobre tu cerviz y tus coyundas arrancaré, y no te servirán más los extranjeros,									
     
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									9
									 
									 
									|Jeremías 30:9|
									sino que Israel y Judá servirán a Yahveh su Dios y a David su rey, que yo les suscitaré.)									
     
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									10
									 
									 
									|Jeremías 30:10|
									Pero tú no temas, siervo mío Jacob - oráculo de Yahveh - ni desmayes, Israel, pues mira que yo acudo a salvarte desde lejos y tu linaje del país de su cautiverio; volverá Jacob, se sosegará y estará tranquilo, y no habrá quien le inquiete, 									
     
 
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