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 Leer por capítulos:
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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Jeremías 38:1|
									Oyeron Sefatías, hijo de Mattán, Guedalías, hijo de Pasjur, hijo de Malkiyías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:									
     
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									2
									 
									 
									|Jeremías 38:2|
									«Así dice Yahveh: Quien se quede en esta ciudad, morirá de espada, de hambre y de peste, mas el que se entregue a los caldeos vivirá, y eso saldrá ganando.									
     
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									3
									 
									 
									|Jeremías 38:3|
									Así dice Yahveh: Sin remisión será entregada esta ciudad en mano de las tropas del rey de Babilonia, que la tomará.»									
     
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									4
									 
									 
									|Jeremías 38:4|
									Y dijeron aquellos jefes al rey: «Ea, hágase morir a ese hombre, porque con eso desmoraliza a los guerreros que quedan en esta ciudad y a toda la plebe, diciéndoles tales cosas. Porque este hombre no procura en absoluto el bien del pueblo, sino su daño.»									
     
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									5
									 
									 
									|Jeremías 38:5|
									Dijo el rey Sedecías: «Ahí le tenéis en vuestras manos, pues nada podría el rey contra vosotros.»									
     
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									6
									 
									 
									|Jeremías 38:6|
									Ellos se apoderaron de Jeremías, y lo echaron a la cisterna de Malkiyías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia, descolgando a Jeremías con sogas. En el pozo no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en el fango.									
     
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									7
									 
									 
									|Jeremías 38:7|
									Pero Ebed Mélek el kusita - un eunuco de la casa del rey - oyó que habían metido a Jeremías en la cisterna. El rey estaba sentado en la puerta de Benjamín.									
     
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									8
									 
									 
									|Jeremías 38:8|
									Salió Ebed Mélek de la casa del rey, y habló al rey en estos términos:									
     
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									9
									 
									 
									|Jeremías 38:9|
									«Oh mi señor el rey, está mal hecho todo cuanto esos hombres han hecho con el profeta Jeremías, arrojándole a la cisterna. Total lo mismo se iba a morir de hambre, pues no quedan ya víveres en la ciudad.»									
     
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									10
									 
									 
									|Jeremías 38:10|
									Entonces ordenó el rey a Ebed Mélek el kusita: «Toma tú mismo de aquí treinta hombres, y subes al profeta Jeremías del pozo antes de que muera.»									
     
 
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