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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									1
									 
									 
									|Jeremías 8:1|
									En aquel tiempo - oráculo de Yahveh - sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los moradores de Jerusalén,									
     
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									2
									 
									 
									|Jeremías 8:2|
									y los dispersarán ante el sol, la luna y todo el ejército celeste a quienes amaron y sirvieron, a quienes siguieron, consultaron y adoraron, para no ser recogidos ni sepultados más: se volverán estiércol sobre la haz de la tierra.									
     
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									3
									 
									 
									|Jeremías 8:3|
									Y será preferible la muerte a la vida para todo el resto que subsistiere de este linaje malo adondequiera que yo les relegue - oráculo de Yahveh Sebaot -.									
     
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									4
									 
									 
									|Jeremías 8:4|
									Les dirás: Así dice Yahveh: Los que caen ¿no se levantan? y si uno se extravía ¿no cabe tornar? 									
     
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									5
									 
									 
									|Jeremías 8:5|
									Pues ¿por qué este pueblo sigue apostatando, Jerusalén con apostasía perpetua? Se aferran a la mentira, rehúsan convertirse. 									
     
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									6
									 
									 
									|Jeremías 8:6|
									He escuchado atentamente: no hablan a derechas. Nadie deplora su maldad diciendo: «¿Qué he hecho?» Todos se extravían, cada cual en su carrera, cual caballo que irrumpe en la batalla. 									
     
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									7
									 
									 
									|Jeremías 8:7|
									Hasta la cigüeña en el cielo conoce su estación, y la tórtola, la golondrina o la grulla observan la época de sus migraciones. Pero mi pueblo ignora el derecho de Yahveh.									
     
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									8
									 
									 
									|Jeremías 8:8|
									¿Cómo decís: «Somos sabios, y poseemos la Ley de Yahveh?» Cuando es bien cierto que en mentira la ha cambiado el cálamo mentiroso de los escribas. 									
     
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									9
									 
									 
									|Jeremías 8:9|
									Los sabios pasarán vergüenza, serán abatidos y presos. He aquí que han desechado la palabra de Yahveh, y su sabiduría ¿de qué les sirve?									
     
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									10
									 
									 
									|Jeremías 8:10|
									Así que yo daré sus mujeres a otros, sus campos a nuevos amos, porque del más chiquito al más grande todos andan buscando su provecho, y desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el fraude. 									
     
 
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