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									 Biblia de Jerusalén (1976) Biblia de Jerusalén (1976)
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									11
									 
									 
									|Jeremías 6:11|
									También yo estoy lleno de la saña de Yahveh y cansado de retenerla. La verteré sobre el niño de la calle y sobre el grupo de mancebos juntos. También el hombre y la mujer serán apresados, el viejo con la anciana. 									
     
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									12
									 
									 
									|Jeremías 6:12|
									Pasarán sus casas a otros, campos y mujeres a la vez, cuando extienda yo mi mano sobre los habitantes de esta tierra - oráculo de Yahveh -. 									
     
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									13
									 
									 
									|Jeremías 6:13|
									Porque desde el más chiquito de ellos hasta el más grande, todos andan buscando su provecho, y desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el fraude. 									
     
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									14
									 
									 
									|Jeremías 6:14|
									Han curado el quebranto de mi pueblo a la ligera, diciendo: «¡Paz, paz!», cuando no había paz. 									
     
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									15
									 
									 
									|Jeremías 6:15|
									¿Se avergonzaron de las abominaciones que hicieron? Avergonzarse, no se avergonzaron; sonrojarse, tampoco supieron; por tanto caerán con los que cayeren; tropezarán cuando se les visite - dice Yahveh.									
     
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									16
									 
									 
									|Jeremías 6:16|
									Así dice Yahveh: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos, cuál es el camino bueno, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas. Pero dijeron: «No vamos.» 									
     
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									17
									 
									 
									|Jeremías 6:17|
									Entonces les puse centinelas: «¡Atención al toque de cuerno!» Pero dijeron: «No atendemos.» 									
     
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									18
									 
									 
									|Jeremías 6:18|
									Por tanto, oíd, naciones, y conoce, asamblea, lo que vendrá sobre ellos; 									
     
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									19
									 
									 
									|Jeremías 6:19|
									oye, tierra: He aquí que traigo desgracia a este pueblo, como fruto de sus pensamientos, porque a mis razones no atendieron, y por lo que respecta a mi Ley, la desecharon. 									
     
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									20
									 
									 
									|Jeremías 6:20|
									- ¿A qué traerme incienso de Seba y canela fina de país remoto? Ni vuestros holocaustos me son gratos, ni vuestros sacrificios me complacen. 									
     
 
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